Una noche sueñas con alguien que creías olvidado, y el estómago se revuelve provocando una náusea matutina en el mismo instante en que suena el despertador. Te acompaña esa sensación a lo largo de todo el día, se agarra a ti, se pega y no te suelta; lo sientes tras de ti, como un lastre atado al tobillo, impidiendo dar el siguiente paso decidido, certero; hasta que caiga la noche y un nuevo sueño haga mella.
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| (Imagen vía Pixabay) |
El día se hace complicado porque lo sientes más real que ficticio, más provocado que imaginado, y te resignas a la lástima y la pena de no haber podido saber cuál era el desenlace, cómo terminaba ese sueño, esa vivencia. Intentas recrear distintas posibilidades, aquí sí, engañando o intentando engañar a tu subconsciente, pero no surte efecto, esto no funciona así. No hay posibilidad de repintar un cuadro que ya estaba terminado, ni mejorar su aspecto aunque dispusieses de una magnífica paleta de colores y un pincel nuevo.
Ni todo es tan sencillo en su interpretación ni tampoco, lamentablemente, se puede consultar entre las páginas de un libro, sino en los vestigios de la memoria, entre los recuerdos o en los sueños pasados.
¡Ay! Vieja amiga nostalgia.....
Anda que no! A quién no le ha pasado eso? Madre mía, qué cuerpo se te queda durante el día siguiente.
ResponderEliminarUn beso!!
El subconsciente es así de puñetero, hija, cuando menos te lo esperas te trae recuerdos, te rememora el pasado y te mueve las entrañas, pero no podemos hacer nada más que aceptarlo y seguir.
ResponderEliminarBesukis carinyet 💋💋💋
Bufff. Esa sensación es tremenda. Al día siguiente te haces mil preguntas que no sabes responder. Besotes!!!
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe ha ocurrido que sueño con personas que eran un cero a la izquierda y por un sueño, comienzas a verlas de otra forma y de pronto te das cuenta que habías estado totalmente ciega.
Carajo, eso sí que me deja en shock.
Hermoso escrito <3
Es horrible cuando te quedas sin saber el final. A veces hasta intentas pensar en ello para soñarlo otra vez pero no vuelve. Los sueños nos la juegan pero también tienen cierto encanto.
ResponderEliminarBesos
Hola!! Me encantan tus reflexiones, porque das en el clavo. Es una sensación espantosa. ¡Genial entrada! Besos!!
ResponderEliminarUff me ha dado que pensar ¿eh?
ResponderEliminarEscribes genial, no lo dejes nunca...
B7s
Leo la lluvia caer
Si hay un sitio en el que no me reconozco es en el subcosnciente. Rara vez no me da que pensar, ya sea porque trae cosas que creía olvidadas o porque me presenta en sueños una forma distinta de ver a determinadas personas que no tenían la importancia suficiente como para aparecer en un sueño (en un sueño mío, clero). A veces me ha dado una pena tremenda despertar. Y ya en plan frívolo, soñé en modo "romántico", por decirlo suave, con un famoso del que nunca me había planteado su atractivo ni nada parecido XD
ResponderEliminarMi querida Esther, qu sensación tan conocida; los sueños parecen tan verdad al vivirlos y te dejan ese cuerpo tan extraño cuando nos despertamos... a veces te preguntas sobre la razón de tenerlos, muchas veces son sobre cosas o personas tan pasadas, superadas o escondidas que empiezas a pensar si es una señal de algo que vendrá o simplemente un recuerdo que ha vuelto momentáneamente. En fin, a veces no hay que hacer mucho caso a la mente o sí, está en tu mano. Un abrazo
ResponderEliminarHolaa, jopee, vaya que ha pegado cerca de casa este escrito, la última semana he tenido a una persona rondando mis pensamientos sin cansarse ._. ojalá pronto pueda superarlo :D
ResponderEliminar¡Beesos! :3
Ay Esther, leyendo tu texto se me ha hecho un nudo en el estómago. Que levante la mano quién no tiene en la mente la imagen de una persona y se ha sentido plenamente representada en este sueño y en este subconsciente.
ResponderEliminarGrandísima reflexión
Qué texto más bonito y qué reflexión me llevo... No dejes de escribir.
ResponderEliminarQue bien has descrito lo que me está pasando justo hoy... casualidades de la vida.
ResponderEliminarUff, qué sensación tan conocida... y qué mal cuerpo se queda cuando pasa
ResponderEliminarUn beso enorme, Esther, un texto estupendo
oohhh qué identificada me he sentido y creo que todo el mundo en mayor o menor medida porque ¿a quién no le ha pasado? El amor nos toca a todos y el subconsciente es incontrolable. ¡Saludos! :)
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