28 de febrero de 2024

CÁRCEL DE MUJERES ( María Carolina Geel)

febrero 28, 2024 8

Adoro las novelas de tintes autobiográficas porque, a pesar de que en muchas ocasiones se roza la atrocidad, la realidad supera la ficción y mi curiosidad puede más que todo ello. Hoy Hablamos de Cárcel de mujeres. ¡Al lío!





Fallecida en 1996, María Carolina Geel es el pseudónimo de Georgina Silva Jiménez. La santiaguina, crítica literaria y periodística, era también escritora, ya tenía publicada tres novelas. Divorciada por segunda y madre de un hijo, en 1955 disparó cuatro veces a su amante, Roberto Pumarino, de 32 años, quien falleció en el acto. El asesinato se conoce como el crimen de Crillón, hotel en el que sucedieron los hechos. Ante la mirada atónica del resto de comensales del salón, se acercó lentamente al cadáver para darle un último beso de despedida. A continuación se llevó el arma a la sien pero se quedó sin movimiento, esperó a que llegara la policía y no quiso ni defenderse ante el juez, quien determinó tres años de cárcel. No finalizó el periodo de condena porque intercedió por ella Gabriela Mistral, conocida suya del mundillo sociocultural. Estando ya libre, nunca pudo explicar el motivo del asesinato. Se siguen desconociendo las causas, a priori todo  apuntaba a un asesinato pasional por traición pero no se confirmó nada.




" Estábamos frente a frente, y yo, que nunca supe vivir, quedé sujeta a la vida; y él, que tan cabal se daba a ella, que nada sabía de ese otro modo de morir que tienen algunos, cayó. Cruzó las manos y me digo que fui yo quien volvió  hacia él la muerte; yo, que levanté un alma mortal y, en vez de aniquilarme, ¡lo hice morir! " 




En el 56 vio la luz Cárcel de mujeres, donde comienza relatando los actos de otras reclusas, o cómo desde su ventana contemplaba a las demás pero ella nunca fue vista. Probablemente su situación social o sus amigos intelectuales hicieron que tuviera en la cárcel  (el Pensionado, como ella señala) una posición preferente. Se habla de lesbianismo, de embarazos por parte de los funcionarios públicos y se reivindica la precariedad de la clase social más baja. La mayor parte de mujeres estaba recluida por delitos menores, por asesinato había muy pocos casos, incluido el suyo. Como digo, ella vivía enclaustrada, reflexionando sobre los misterios de la vida y de la muerte, pero desde una posición acomodada. En la última parte del libro empieza a compartir con el lector sus dudas e inquietudes, y a hablar de su propio delito, pero cada vez que parece que se va a vaciar, frena y se desvía del tema. Resulta un poco delirante, parco en la expresión de emociones, quién sabe, quizá sea cierto que no supo por qué ejecutó a su amante y que todo fue fruto de una decisión impetuosa.  



" Parece que desde hace mucho rato lucho pesadamente por no despertar a causa de que alguien canta. El insomnio ha desplazado un sueño de plomo hacia la mañana, pero por último la dolorosa transición cede y el canto de la Chamaca crece hasta mi conciencia. Ese canto se compone, sin variar, de una especie de glisado ascendente y otro descendente, hasta algunos tonos más abajo de la nota inicial, y su asunto trata de un compadre de quien alguien se enamora".



Cárcel de mujeres es el relato de una escritora experimentada y culta con una pésima salud mental, que no recoge arrepentimiento ni confesión, sino el día a día de un puñado de presas que son observadas por la narradora.


 A pesar de que no es su última obra —le siguen dos más—  siguió su camino como crítica literaria y nunca más se supo de ella hasta su muerte. Imagino que tendría bastante con hacer ejercicio de introspección. Me ha gustado descubrir esta historia.

 




"Lo espiritual..., ¿ qué es en el hombre?, ¿cuál la verdad de su existencia cuando después la cabeza debe inclinarse frente a la verdad arrolladora de una mujer de quien, allá en el Patio de las Guaguas, se ha adueñado la cólera más feroz, cólera cuya crecida llega hasta el límite último del furor? Sucede, pues, que ella, viéndose impedida de abalanzarse como ciega fiera sobre otra para arañarle en el rostro y desgarrarla en su cuerpo, revuelve su ira contra sí y, empuñadas las manos, golpea brutalmente su vientre grávido en tanto grita al hijo, dormido dentro de ellas, entre ofensas obscenas: «¡Guachooo!»... Entonces, pues, uno inclina la cabeza y empiezan a agitarse las pulsaciones adentro de las venas y la angustia de la vida que corre porque sí hacia la nada se adentra en el propio yo abandonado y solo, en el que en su tristeza tocó fondo, es decir, el que llega a conocer la más mortal de las sensaciones de dolor: el tedio en el alma".




13 de febrero de 2024

VLADIMIR (Leticia Martin)

febrero 13, 2024 8
Hoy vengo con el I premio Lumen de Novela otorgado a Vlamidir de Leticia Martin. Comenzamos.




Guinea es una profesora de cuarenta y tantos años regresa a su Argentina natal, presa de un escándalo por —posiblemente— haber mantenido una relación con uno de sus alumnos. Al pisar tierra toma un taxi para llegar al hospedaje que dejó reservado para pasar la noche, pero su móvil no tiene batería y no consigue cargarlo debido a un apagón que asola al país. El taxista se apiada de ella y la acoge en su casa, donde vive con su hijo Vladimir y dos perros de raza peligrosa.


" No sé cuánto tiempo hace que no tengo relaciones sexuales, ni cuánto más podré aguantar con la mera autosatisfacción. No soy como otras mujeres. Mi cuerpo necesita del sexo a diario y con urgencia. Mi vida puede volverse muy horrible sin eso. En esta circunstancia de encierro y ahogo no sé cómo voy a superarlo. Nunca renuncié al goce y pedí la penetración siempre un segundo antes de acabar. Nada sana mi mente tanto como eyacular desde la pelvis y sus espasmos hasta la exhalación del placer por la boca".


A lo largo de los días conviven y toman consciencia sobre la dependencia que tenemos a muchísimos objetos que requieren de electricidad. No hay abastecimiento, el país ha quedado a oscuras y ahora prima el hambre, y el instinto de supervivencia genera saqueos en las viviendas y locales, y que la economía se quede paralizada y ningún habitante pueda retirar sus ahorros del banco. Afortunadamente, ellos van saliendo adelante gracias a las reservas que tienen pero, como en todo caos, la salud mental también tiene su peso y comienzan a darse crisis psicológicas entre los personajes.


" Parecemos civilizados porque hablamos y argumentamos, y nos movemos erguidos, sabemos lenguas, estudiamos ciencias, leyes, pero en verdad solo estamos intentando no matarnos, como estos animales de la ciudad y las bestias salvajes. Somos idénticos a esos perros de fuerzas desiguales a la hora de asegurarnos la subsistencia y la comida". 


Se ha tachado a Vladimir de un "Lolita al revés" y yo, discrepo, totalmente. Sí, la pulsión sexual tiene espacio en esta narrativa, pero no se desarrolla apenas la trama con el alumno. Me viene a la mente, por ejemplo, Las lecciones peligrosas de Alissa Nutting, donde los instintos primarios eran muy bien definidos. Para mí aquí el grueso del libro es el Gran Apagón, la supervivencia, y la narrativa delirante, muy ficticia y surrealista, y con una breve pincelada de erotismo; un híbrido entre lo distópico y lo intimista, y un perfil psicólogico de los protagonistas muy acertado.


" Tengo que actuar con normalidad y rapidez Necesito salir del aeropuerto lo antes posible. Mi presencia y mi apellido ya no significan nada en este país. Eso es algo bueno. El caos, como siempre, juega a mi favor. En Ramsdale, pese a las falsas promesas de las autoridades de la universidad, mi caso terminó siendo más que un rumor de pasillos y, mi cara, el blanco de ataques de padres y madres indignados. Aquí he vuelto a ser una del montón. Soy nadie. Una mujer más. Otra vez una mujer más".


A mí esta lectura me ha incomodado, me ha desconcertado y me ha mantenido en alerta totalmente de principio a fin y eso, como siempre digo, es magia. No solo es que se lea muy rápido o que el lector se mantenga alerta ante estas páginas, sino que además Martin crea una atmósfera de giros narrativos que generan algo sólido y brillante, que perturba y obliga a la reflexión. He leído disparidad de opiniones respecto a Vladimir, para todos los gustos;  yo sí lo recomiendo.


" El problema no es tanto la ausencia de luz como el resto de las cosas que nos faltan por causa del Gran Apagón: la comida, la conexión, el dinero. ¿Puede existir el ser humano sobra la faz de la tierra si no circula el dinero? "






  







25 de enero de 2024

DE PRONTO OIGO LA VOZ DEL AGUA (HIROMI KAWAKAMI)

Qué placer seguir descubriendo nuevos títulos de novela japonesa como este. De pronto oigo la voz del agua de Hiromi Kawakami es una historia muy tierna que encoge hasta los corazones más duros. Vamos con mis impresiones.



Miyaho y Riu son hermanos y se reencuentran en la vivienda familiar, años después de que falleciera su madre. La vivienda quedó destrozada tras el terremoto de Japón, pero la autora no nos relata únicamente los destrozos materiales sino los residuos emocionales que quedaron en cada azulejo, pared, esquina, ya sabemos que el deterioro sentimental es el más complicado de reconstruir.



"Si uno oye una voz en la distancia, aunque sea una sola vez, vuelve a oírla y ya nunca podrá ignorarla".



Comenzamos a descubrir secretos familiares que navegan entre lo obvio y lo sorprendente, y sí, sé que suena contradictorio aunque en realidad no lo es.  Esta obra es muy particular, ya que simula ser un texto lineal, simplón y casi me atrevería a decir aburrido, parece dejar entrever algo que hace dudar al lector y que se confirma en la parte final de la novela, pegando un giro significativo y con mucho peso para la trama. Ese juego al despiste con uno de los temas universales que, obviamente, no voy a desvelar porque es el núcleo de la novela, me ha parecido brillante. La autora es muy fiel a su estilo, jugando más con los silencios que con las palabras. 



"Empiezo a soñar y al principio sé que no se trata de la realidad, pero en determinado momento todo comienza a mezclarse. Me ocurre siempre que sueño con mamá. ¡Miyako!, oigo cómo me llama. En su voz sonaba una amalgama de tonos graves y agudos, pero en mis sueños resulta más monótona. Estoy segura de ello, a pesar del tiempo transcurrido. Primero veo sus manos, y poco a poco se dibuja su silueta. Escucho apenas su voz y de entre una bruma lechosa surgen despacio sus brazos, su cuello, su pelo. Siempre se me presenta de espaldas. Me he desacostumbrado a su pelo largo y me cuesta reconocerla. Levanta los brazos con elegancia y se recoge en un moño la melena que le cae por la espalda. Su cuello se inclina levemente. Unos cuantos mechones quedan sueltos al viento en la nuca. Miro a mi alrededor para comprobar si de verdad sopla el aire, pero no consigo salir de esa bruma blanca y vaporosa. Se da media vuelta. Un rayo de sol la ilumina, pero el contraluz me impide distinguir su rostro. Qué lástima, ahora que está frente a mí. «¡Mamá!» La llamo, pese a no estar segura de si ese rostro oculto tras una sombra es realmente el suyo."



De pronto oigo la voz del agua es mi tercer Kawakami y es el que realmente más me ha arañado el alma y, además, me ha hecho estar tentada de abandonarlo porque no le veía nada especial y al mismo tiempo me ha dejado boquiabierta, y esto, señores, es la magia de la literatura, conseguir que distintas sensaciones confluyan en torno a un puñado de páginas. Pasen y lean.



No entristece tanto la muerte de un ser querido como su desaparición, la imposibilidad física de volver a verlo, de hablar con él".




19 de enero de 2024

VIAJE AL ESTE (Christine Angot)


El incesto es un tema universal, terrible e inadmisible que aún a día de hoy se da. Lo más doloroso para quien lo sufre es que a veces las palabras de ayuda no salen y otras sí y, a pesar de todo, se naturaliza y se mira hacia otro lado.  Viaje al este recoge el relato autobiográfico de Christine Angot. Vamos allá.




Christine narra el incesto al que se vio sometida por parte de su padre. Pasa años sin verlo, la relación que tiene en casa es únicamente con su madre ya que su padre tiene otra familia. La abandona cuando es pequeña y reaparece a sus 13 años. Primero se enamora de su voz, le sigue un beso en la boca y continúa con relaciones sexuales, en periodos breves que se alargan en el tiempo y duran años.


"Vosotros no os dais cuenta de lo que es tener un padre que se niega a que seas su hija. Para vosotros, el incesto es solo una cosa sexual. No lo entendéis. No lo entendéis. Es el poder supremo del patriarcado. Es el centro. El adminículo por excelencia. El signo absoluto de un poder privado que se ejerce sobre un círculo, y que todos aquellos fuera del círculo que se inclinan ante la relación de autoridad respetan".


Entretanto ella comienza a tener pareja, pero se cansa de estar con él. Le hace partícipe de su situación y él no le da importancia, porque a pesar del estrés postraumático de Christine, que se niega a comer, que no puede dormir, él asume los altibajos emocionales de su mujer como algo natural en el proceso. A veces el único bálsamo que encuentra es tener otra cita con su padre, a escondidas algunas ocasiones, otras a cara descubierta. 



"Cuando una relación era importante, contaba lo que había pasado con mi padre. Nunca estuve mucho tiempo con nadie sin decírselo. Utilizaba las mismas palabras".



Es muy complicado para ella mantener relaciones sentimentales con otros hombres porque prioriza a su padre. Con aquel hombre la cosa no fue adelante y ahora lo intenta con Charly, a quien también le confiesa su situación. El lenguaje de Angot es directo, no pierde el tiempo en detalles irrelevantes. Resulta sofocante para el lector ser partícipe de la impasibilidad de las personas de su entorno, incluida su madre, especialmente su madre. Qué desgarrador.



" Los árboles desfilaban al otro lado de la ventana a intervalos regulares. Yo pensaba en cómo hablarle a mi madre del beso en la boca. Pero seguía siendo una idea. Veía la silueta a contraluz de mi padre en la habitación. Su cara en el momento en que sus labios tocaban los míos. La forma era imprecisa. Quería comunicarlo. No veía cómo. No encontraba las palabras adecuadas. No venían. La frase no se formaba. La intención estaba ahí. Se hacía trizas contra un vacío. Cerré el paréntesis, esperando que se volviese a abrir".





Me gustó DIARIO DE UN INCESTO
de escritora anónima, y al mismo tiempo me impactó, muchísimo. Fue un libro que me dejó huella. En Viaje al este he tenido un paseo de nuevo por rincones inhóspitos y desolados.; si tuviera que definir el libro con una emoción sería DESAMPARO. Sé que en algún momento releeré ambos porque quiero descubrir otros matices que quizá se me pasaron por alto la primera vez.

Este título cierra una trilogía en torno al abuso que sufrió, yo empecé por el último pero quiero descubrir también las que le preceden : El incesto y Una semana de vacaciones.






Y vosotros, ¿sois de recurrir a temáticas incómodas?