22 de febrero de 2017

"ORFANCIA" (ATHOS ZONTINI)

febrero 22, 2017 47


" Nada me ha hecho nunca tanto daño como el amor. Al poco de nacer, estuve a punto de morir de una hernia estrangulada. Mis padres me veían llorar día y noche, y no entendían, se obstinaban en tenerme en brazos como si fuera cuestión de afecto, una nostalgia de la placenta que hubiera que colmar".

Así comienza esta nueva novela de Athos Zontini con Editorial Destino, "Orfancia". 
Desconozco si os ha pasado que como a mí, a la hora de elegir una novela, muchas veces hay que debatirse entre leerla o no, y aún a pesar de las dudas, arriesgas y el resultado no es el esperado, sea para bien o para mal. En este caso concreto, no me arrepiento porque me ha gustado a pesar de que la sensación final haya sido agridulce.

Comenzamos con un niño de ocho años que padece anorexia y bulimia, perseguido por sus padres, que como es lógico, están desesperados por ver a su hijo sano, ya que a pesar de que simula comer, cada semana que acude al pediatra ha perdido peso respecto a la visita anterior. Él se niega rotundamente a engordar porque vive obsesionado con que cuando los niños cogen cierto volumen, sus padres se los comen, motivo que le provoca angustia y le quita el apetito.

No es difícil imaginar que el clima familiar comienze a enturbiarse; sus padres cada vez discuten más por el bienestar del niño, se alejan y van tomando distancia, hasta que finaliza el curso y su madre se lo lleva al pisito de la playa. Con la ayuda de una mujer, propietaria de una frutería, y su hijo, más bien rellenito, intentará que su hijo se contagie de su entusiasmo por la comida y gane algo de peso. Si bien las formas de su amigo no serán las más educativas, inculcando de hecho cierta maldad en él, conseguirá que nuestro prota vuelque toda su frustración y toda la rabia contenida, provocada por el bullying del que es víctima en el colegio. Y quién sabe, puede que al final consiga comer, y devuelva a su hogar el equilibrio que necesitaban. O no....

Como véis, el argumento central de esta historia, lamentablemente, es de máxima actualidad. Hoy día se padece y se provoca tanto acoso infantil, que me parece un acierto de Zontini el hecho de plasmarlo con narración en primera persona, desde la propia voz de nuestra chico atormentado. Asimismo, la anorexia y la bulimia, que suelen ser daños colaterales de la propia frustración de un agredido, en este caso es la temática principal de esta novela, y se presenta justamente en ese orden, comenzando con los desarreglos alimenticios, y apareciendo después el bullying que comentaba inicialmente.

No me incomoda leer sobre temas de tan alta crudeza, al contrario, hay que afrontar y asimiliar que esto, a día de hoy, sucede - más de lo que debería -. El enfoque que ha querido dar el escritor me ha aparecido muy peculiar, lo que hace a este libro despuntar respecto a otros con temas similares. Y justamente creo que esa rareza, porque de veras que vamos a encontrar rareza entre estas letras, es lo que la hace especial. Quizá, incluso puntualizando, la casi paranoia que flota en la mente de este chaval es lo que de verdad resulta perturbador para el lector, además de los consejos nada didácticos que tienen con él.

Me veo en la necesidad de matizar que a medida que se va avanzando con la lectura, una se va quedando más descolocada, incluso confusa, porque nuestro niño tiene una forma de ver la vida muy muy diferente a lo que en realidad es correcto, o mejor dicho, habitual. La narración es cuanto menos escatológica, llegando en algunos capítulos a causar auténtica repugnancia.

Para mí la novela tiene dos giros cruciales: uno (en mi opinión) esperado, hacia la mitad del libro. En este momento el ritmo comienza a ser más constante y cómodo, casi incluso más real, más común, hasta que aparece el segundo, justamente en el capítulo final del libro. Precisamente esto es lo que casi me arruina toda la lectura. Este giro brusco no me dejó sin aliento, sino que se me hizo desagradable. Con palabras coloquiales, me resulta "una ida de olla" del escritor, que creo que no encaja nada en la tónica del libro, o directamente escapa de mi comprensión. Añado que el desenlace no echa por la borda toda la lectura, ya que he preferido valorarlo por su originalidad, y en esto sí que tiene mi aprobado.

En resumen, una novela con un público limitado, con una trama un tanto desequilibrada y un argumento muy singular, que bajo mi criterio, hubiera sido brillante de haberla concluido de otra manera, o es más, habiéndole añadido un prólogo aclaratorio.



21 de febrero de 2017

"LOS TRECE ESCALONES DE LA CONCIENCIA" (Efrain Sevillano Perejón)

febrero 21, 2017 17

El libro que traigo hoy, "Los trece escalones de la conciencia", no es una novela, como suele ser habitual compartir en este blog, sino un proyecto escrito por Efrain Sevillano, con el sello editorial de MundoPalabras.

Este original experimento engloba 14 entrevistas a personajes desconocidos, desde el más absoluto anonimato, catalogados en base a los trece escalones de la conciencia: amor, ilusión, voluntad, seguridad, libertad, esperanza, amabilidad, sensibilidad, deseo, humildad, fuerza, valor, conocimiento, y por último, fe. Todos están concatenados, de manera que cada uno de ellos es necesario para el siguiente eslabón. Y en su conjunto, refrescarlos y analizarlos de vez en cuando, puede ayudarnos a cambiar nuestra perspectiva, nuestra forma de ver de las cosas, incluso nuestra manera de actuar.

Hablamos de menos de 200 páginas en las que Sevillano ha puesto todo su esfuerzo, respeto y humildad, para contar la historia real de 13 personas reales, entrevistando uno a uno personalmente, compartiendo sus palabras, además de añadir sus propias reflexiones.

Toda esta recopilación de pensamientos y hechos, me reitero, con historias auténticas, me ha ayudado a reflexionar e indagar en mi propia conciencia, dejando prejuicios a un  lado e intentando sentir empatía por estas catorce personas, y por qué no, quizá en ser mejor persona. Huelga decir que al leer este libro, la visión de cada uno es subjetiva, porque cada uno miramos al mundo desde nuestro prisma.

También me gustaría añadir que he percibido en las reflexiones del escritor una clara reivindicación sociopolítica escondida entre sus letras, desconozco si aposta o no, pero me ha parecido muy valiente por su parte decir en alto (o poner por escrito, vaya) lo que muchos pensamos, y hacerlo de una manera respetuosa y libre. Y he percibido también un luchador, detrás de la careta de escritor.

"Debemos comprender que, bajo la apariencia de una persona, siempre existe un alma, una interpretación de la vida, que podrá ser equivocada o no, pero tenemos que aceptarla para complementar la nuestra propia. esto enriquecería nuestra manera de pensar, ya que abriríamos muchas puertas de la conciencia, y a su vez, comprenderíamos mejor lo que sienten muchas personas que no conocemos".


Estas y muchas más de las reflexiones encontradas en este libro quedan anotadas en mi libreta, y las mías propias en mi conciencia. En resumen, no sé si lo catalogaría como un libro de autoayuda, pero sí de ayuda, la de escarbar en uno mismo para querer ser mejor. Os lo recomiendo.

17 de febrero de 2017

Melodía Nº 6 de "UN LUGAR A DONDE IR" (María Oruña)

febrero 17, 2017 31


Pst, pst, ven, que voy a contarte un secreto al oído. Pero que no se entere nadie ¡!eh!¡

Tras el bombazo de " Puerto Escondido" de María Oruña (link Aquí), en tan solo cuatro días verá la luz su nueva novela "Un lugar a donde ir".

En esta ocasión el argumento es el siguiente:

"Han transcurrido varios meses desde que Suances, un pequeño pueblo de la costa cántabra, fuese testigo de varios asesinatos que sacudieron a sus habitantes. Sin embargo, cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, un recóndito lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. Lo más sorprendente del asunto no es que la joven vaya ataviada como una exquisita princesa del medievo, sino el objeto que porta entre sus manos y el extraordinario resultado forense de la autopsia. 

Cuando hasta los más escépticos comienzan a plantearse un imposible viaje en el tiempo, comienzan a ocurrir más asesinatos en la zona que parecen estar indisolublemente unidos a la muerte de la misteriosa dama medieval. 

Mientras Valentina Redondo y su equipo investigan los hechos a contrarreloj, Oliver Gordon, ayudado por su viejo amigo de la infancia, el músico Michael Blake, buscará sin descanso el paradero de su hermano Guillermo, desaparecido desde hace ya dos años, y descubrirá que la verdad se dibuja con contornos punzantes e inesperados."




De nuevo nos adentraremos en las pesquisas policiales de Valentina. Si como yo, ardes de ganas de meter las narices en esas aguas cántabras, y trepas de ansia cual spiderwoman por las paredes y tejados, no temas, ya llega el 21 de Febrero, ya sabes, fecha en la podremos correr despavoridos a la librería más cercana para abrazar la nueva criatura oruñense.

Con el sello editorial de Destino, nuevamente, tendremos 520 páginas de intriga asegurada por parte de esta escritora gallega, que como bien nos tiene acostumbrados, nos va dando pistas con la música que suena durante ciertos momentos de la novela.


Ya hemos descubierto las cinco primeras en estos blogs (clicka y escucha):
Las chicas Britt (Página 13)
Lourdes (Planeta Eris)
Mª Ángeles (Bookeando)
Inés (La huella de mis libros)
Manuela (Entre mis libros y yo)

Y por mi parte, y en exclusiva,  la sexta:




A esta canción cañera le tiene que corresponder un momentazo de acción, seguro. Escuchad atentamente la letra. ¿A qué ya nos vamos haciendo una idea?

La melodía número siete la tendréis mañana en el blog de Margalida (Libros y Excursiones), estad atentos.




Hasta que se agote el amor.....

4 días.. tic, tac, tic, tac.

15 de febrero de 2017

"TAN POCA VIDA" (HANYA YANAGIHARA)

febrero 15, 2017 34

La novela que traigo hoy es "Tan poca vida" de Hanya Yanagihara, publicada por Lumen. Adelanto que ha resultado para mí ser inolvidable y agotadora al mismo tiempo.

Arrancamos con cuatro chicos, Jude, JB, Malcolm y Willem, que se conocen en la universidad de Manhattan y se convierten en amigos, viviendo esa relación durante más de treinta años. Iremos haciendo un recorrido por sus vidas, adentrándonos en lo más recóndito de cada uno de ellos.

Estamos ante una novela intimista, de esas pocas historias que rajan el abdomen de lado a lado, de las que hincan su cuchillo con precisión quirúrgica. He necesitado ir bebiendo de algunos silencios presentes en estas páginas, para coger aliento e impulso y poder continuar; como si Yanagihara nos fuera indicando con señal de stop dónde detenernos a respirar. Me ha resultado una maestría por su parte.

Seremos partícipes del gran poder de la amistad, como un gran punto de apoyo, así como el cariño y el respeto. Observaremos la dualidad de la confusión, saltando entre la debilidad y la valentía. Y por supuesto sentiremos en nuestra piel el crecimiento interior de los cuatro personajes, inevitablemente acodado en múltiples errores, propios del aprendizaje de toda persona. Intimidad, confianza y desconfianza, crudeza, amor, mezquindad, humillación, violencia, muerte, y un largo etc que no quiero desvelar,  se dan cita en este novelón. 

El núcleo de esta obra son las personas y sus relaciones entre sí, su calidad humana (excelente o nefasta), y también lo que cada uno de ellos cuenta o calla, sus miedos, sus inquietudes, sus recuerdos, su pasado y el pilar por excelencia que marca todo nuestro desarrollo personal, nuestra infancia.

Cada uno de nuestros chicos posee su propia historia, y las iremos descubriendo poco a poco, pero el papel principal es el de Jude. Con él realmente vamos a sentir, a compartir, a empatizar, a sufrir, a llorar, en un estado continuo de alerta, con el corazón en un puño.

Me he enfadado con el egocentrismo que provoca el miedo y la parálisis del alma, y he odiado la autocompasión. Por turbulento que sea el mar y por fuerte que sea la marea, el esfuerzo personal por salir a flote es imprescindible, es mi forma de ver la vida, pero me ha gustado llegar a esta  (y muchas más) reflexiones gracias al libro.

La narración por parte de la escritora es sublime, trabajada, cuidada y respetuosa, madura e inteligente. No se centra mucho en los escenarios en los que se desarrolla la trama sino, insisto, en la persona, sea cuál sea su índole.

" Si algo he aprendido es que hay que hablar de los episodios dolorosos mientras aún están frescos o nunca hablarás de ellos. Voy a enseñarte a verbalizarlo, porque cuanto más esperes, más difícil te resultará, y se intensificará en tu interior y siempre creerás que tú tuviste la culpa. Te equivocarás, pero siempre lo pensarás".


Hay un personaje también muy revelador para Jude, Harold, que tiene muchísimo que aportarle, que le abre sus brazos , su casa y su corazón, llegando a ser una de las personas de su entorno que más termine sufriendo en silencio. En definitiva, un luchador. Me ha enamorado este protagonista.

"  ¿Qué era la felicidad si no un lujo, un estado imposible de alcanzar, en parte por lo difícil que resultaba expresarla?"

Que la releeré más adelante, de eso no cabe ni la menor duda. Esta obra se ha convertido en una de mis novelas de cabecera.

"A little life" en Librería Foyles, Londres
Como crítica (constructiva, espero) me siento en la obligación de comentar que el libro tiene muchísimas faltas ortográficas, muchísimas. No sabría catalogar exactamente si la corrección es pésima o inexistente, pero me parece una falta de respeto para con el lector. Ojo, hablo por mi experiencia respecto a la primera edición en castellano, que es la que yo tengo. Sé que en inglés no existían tales fallos. Ya me quejé en redes sociales y no solo yo, muchísima más gente, pero considero importante matizar este punto, ya que puede convertir una lectura sublime en una que enfurece al lector o no siendo tan extremista, en un plato de mal gusto, y por ello hay que decirlo en voz alta.
A pesar de esto, es de vital lectura.




13 de febrero de 2017

"CARTAS A SIRACUSA" (Lucía Feliu)

febrero 13, 2017 34



La novela que traigo hoy es "Cartas a Siracusa", de la escritora Lucía Feliu, publicada por Grupo Almuzara, más concretamente por Arcopress. 

En ella tenemos  a Ángela, biológa del CSIC, que es destinada a Roma a una investigación de tres mártires a petición del Vaticano. Le acompañarán Olivier, biólogo de origen francés; Francesco, un sacerdote con un altísimo conocimiento de arqueología; y Teo Valdés, antropólogo y escritor muy reconocido, que será quien dirija el equipo. 

A lo largo de varios días irán efectuando su trabajo juntos, cada uno encargándose de una tarea en concreto, e intentarán averiguar quiénes son esos tres corposantos hallados. Entre ellos siguen sus pesquisas y sus análisis exhaustivos, hasta toparse con una carta escrita en Siracusa muchos años atrás, que será la que marque un antes y un después en la investigación, suponiendo una vía paralela que descubrir, y que les hará meterse en terreno farragoso. 

La historia está envuelta en un halo de misterio e intriga, que nos tendrá con los sentidos alerta. Si bien es cierto que el trasfondo histórico y religioso italiano tendrán un papel muy importante, el verdadero protagonista es el romance que vivirá Ángela con otro de los personajes, y al que Feliú dedica la mayor parte de páginas de esta obra. 

"Los hombres siempre hemos necesitado creer en algo que supera la materia física. Es un anhelo intrínseco a nuestra naturaleza. Pero, desgraciadamente, la materia tiene sus limitaciones. Va sujeta a leyes inexorables".

Y es que en muchas de las cosas cotidianas de la vida, lo visible es fácil de controlar, de palpar y de llevar en un orden riguroso. En cambio, cuando uno se enamora, eso no se puede limitar.

La mezcla de los campos en los que los cuatro componentes del equipo son especialistas, dan lugar a un trabajo en equipo perfecto, con un resultado favorable, y por encima de todo, que les lleve a tener una relación no meramente laboral, sino también amistosa.

El comienzo del libro es muy directo, dotado de mucha acción, y poco a poco nos vamos adentrando en la investigación. Como punto negativo, diré que el final me ha dejado un poco fría. Personalmente me hubiera gustado un desenlace algo más complejo, y quizá sea lo que le haya restado valoración al conjunto. 

En cualquier caso, puntualizo que la novela se lee en un suspiro,  y que a pesar de este final que insisto, en mi opinión, desmerece un poquito la historia global, entretiene mucho y es bastante completa.



11 de febrero de 2017

"ME LLAMO LUCY BARTON" (Elizabeth Strout)

febrero 11, 2017 29

La novela que traigo hoy ya es muy conocida por todos, por estar en el candelero literario. Esta es "Me llamo Lucy Barton", de la escritora Elizabeth Strout, con el sello de Duomo Ediciones.

He de reconocer que estaba puesta en preaviso de que no me iba a gustar. Una que es cabezona o la curiosidad le mata a ella, y no al gato, y sumado a la entrevista a la autora en el programa Página 2, que me rechifla, hizo que finalmente me animara a su lectura.

Nos encontramos con una novela de poco más de doscientas páginas, acontecida durante cinco días y cinco noches en un hospital de Manhattan. Dos protagonistas forman parte de este argumento; Lucy, una mujer casada, madre de dos hijas, que se encuentra hospitalizada; y su madre, una mujer singular y parca en palabras, que decide acompañar a su hija durante su estancia en el hospital.

Madre e hija hace muchos años que no se ven, a tenor de alguna llamada teléfonica muy aislada a lo largo de todo ese tiempo. Presentes están los recuerdos de ambas, la infancia de Lucy, el punto de vista de una y de otra. La preocupación de Lucy por sus hijas, la falta de apoyo por parte de su marido, sus temores, sus hobbies, su amor por la literatura, se irán narrando de forma breve y no muy detallada.

Por norma general una relación maternofilial conlleva un sentimiento de unión y amor puro y nítido. Era mi expectativa cara a estas páginas, encontrar emoción, a pesar de que esa relación fuera nefasta. Hablamos de una novela que destaca por los silencios, por las posibles reflexiones que aporten a posteriori. Y es lo que realmente no he conseguido entender. Una historia que me ha parecido lineal, sin sobresaltos, un tanto anodina y carente de lo que me hubiera gustado sentir, convirtiéndola en una lectura irrelevante para mí, que me ha hecho estar incómoda.

Insisto, quizá yo no haya sabido apreciarla, impulsado seguramente por el lazo tan fuerte que considero existente entre una madre y su hija, y a la contra, de una hija para con su madre. Esperaba haber sentido en mi piel calambres al leer a ambas, llorar de pena, empatizar con una o con la otra, sufrir crudeza, miedo, comprenderlas, vivirlas. Me hubiera satisfecho por parte de Strout unas letras que ahondaran más en el alma.

No ha sido así, no me ha aportado nada. Puede que incluso un giro al final del libro me hubiera provocado una valoración más favorable. Sin embargo, solo puedo catalogarla como sosa y no recomendarla.

Solo me alegro de haberla leído por saciar la curiosidad que me provocaban sus críticas, nada más.







6 de febrero de 2017

Relato de una equilibrista turista

febrero 06, 2017 31


¿Conocéis ese momento en el que se alinean los astros para que cuando algo sale mal, salgan varias cosas mal al mismo tiempo? Pues es lo que os vengo hoy a contar, a compartir con vosotros mi viaje a Londres y su regreso correspondiente. Primero os pongo en situación: Me escapo unos días a ver una amiga española que vive allí.


LLEGADA A LONDRES (AEROPUERTO)

Nada más bajarme del avión, me activo los datos del móvil, por si las moscas. Y menos mal..... Mi amiga venía a buscarme al aeropuerto de Gatwick, mediante dos combinaciones de transporte público: metro + tren. Y justo ese día, no otro, no, no, ese justamente, la parada de metro en la que ella tenía que subirse está cerrada por huelga. La pobre... ¡estupendo!, un siglo para llegar al aeropuerto.
En definitiva, un mal menor, llegamos casi a la par, ella en la salida, yo también, y no nos encontrábamos. Dieciocho notas de voz por whatsapp después, unos 30 minutos aproximadamente, nos dimos cuenta (bueno, se dio ella) de que cada una estaba en una terminal, ella en la South y yo en la North. Ni qué decir tiene cuántas veces fui tirando yo hacia la suya y ella a la mía, hasta que por fin, decidimos que la que me quedaba quietecita esperando iba a ser yo. Y una que aunque le cueste es obediente, conseguimos encontrarnos. Abrazo, risa, besos, qué mejor que irnos a tomar unas cervezas para celebrarlo, ¿verdad? El destino o el puñetero Murphy, que nos "estaba vacilando".


LLEGADA A LONDRES (CERCA DEL DESTINO)

Claro, la misma odisea que tuvo mi amiga para llegar a recogerme, la teníamos ahora las dos de vuelta hacia "cerca" de su casa. Primero en tren, ella atascada por un resfriado tremendo con el que casualmente se levantó esa misma mañana, y yo cargada con el abrigo, jersey, bufanda, mochilita (que parecían dos, de intentar meter lo que no cabía en la maleta), y mi maleta de mano (que explotaba hasta la cremallera); por lo que cuando voy a colocar la maleta en el portamaletas del tren, el tirador de la maleta no bajaba... así que se quedó abierto, en posición horizontal, ocupando casi todo el pasillo.
Después del tren, autobús. Al subir al autobús, coñe, tenía que colocar el tirador como fuera, y como vasca que soy (que pecamos más de brutas que de sensatas), con toda mi fuerza conseguí meter el tirador en su sitio. ¡olé yo!
Nos apeamos cerquita de su casa pero como íbamos justas de tiempo para cenar, decidimos ir a un restaurante-pub donde tomar la cervecita y cenar al mismo tiempo, maleta y todo incluido en el pack. Intento subir el tirador de la maleta, y no sube... ¡fantástico! Así que todo el camino andando hasta el pub, unos 20 minutos, con los 10 kilazos de maleta a pulso, turnándonos como buenamente podíamos. Con esto ya me quedo coronada como la Pepe Viyuela londinense.


Cenamos, cervecitas etc, vuelta a cargar con la maleta a pulso. Nota mental: comprar una maleta nueva.

ESTANCIA EN LONDRES 

Pufff, pues han sido varias cositas acontecidas, pero solo voy a destacar dos.

1- Acudo a visitar la British Library, solita, porque mi amiga tenía que trabajar, y resfriada, por supuesto, es lo que tiene dormir dos personas juntitas en un espacio reducido. Cómo no, empanada de la vida o mirando las musarañas, llámese como se quiera, entro  a la librería por EXIT. Evidentemente, el chico de seguridad/mulato/buenorro me riñe, ¡claro! Y el inglés de una es limitadísimo, pero "salida" es una palabra familiar..... En fin, me llamó "chica bonita" en castellano, así que esta no salió ni tan mal, encima de no caerme bronca me regalaron el oído. 




2- Casa de Bridget Jones. Teníamos claro que íbamos a ver dónde se rodó la peli de Nothing Hill, y la casa de la Bridget. Nada, lo típico, lloviendo, cuatro fotos, dos transportes para ir y dos para volver. Y ¿cuál es el colmo de los colmos?, ¿he dicho que llovía? Que pase un taxi y nos haga un Bridget en toda regla. La que iba más pegada hacia la carretera era yo :(



Sí, la cara de gilipollas que se nos quedó fue parecida.


VIAJE DE VUELTA. 

El camino hacia el aeropuerto también lo tuve que hacer solita, gracias a Dios, sin huelga de trenes. Menos mal que salí con tiempo de sobra porque casi no llegó a tiempo del embarque, es lo que tiene que te envíen de plataforma a plataforma de estación ferroviaria, de punta a punta, pero bueno, llegué, embarque on time, vuelo on time, todo on time. Según el piloto íbamos a llegar 20 minutos antes de lo previsto a Bilbao, con una temperatura de 17 grados al llegar, kindle en mano leyendo "La ley del Menor" de Ian McEwan,... un lujazo. Ya si las tres pedorras  de la izquierda hubieran dejado de hablar durante tooooooodo el vuelo, hubiera sido la pera. ¡Bah!, mejor así, que a esas horas a una ya se le empieza a caer el ojillo, y si me duermo luego me desvelo por la noche, ¡seguro!

* ¡Pim, pum, pim! (Aviso de megafonía, el piloto: "Tripulación, prepárense para el aterrizaje".)

Cuarenta minutos después, tres maniobras distintas de aterrizaje desde diferentes puntos de Vizcaya....
* ¡Pim, pum, pim! (Aviso de megafonía, el piloto: " Debido a vientos cruzados no es posible efectuar el aterrizaje en el aeropuerto de Bilbao, y por motivos de seguridad vamos a proceder al aterrizaje en el aeropuerto de Madrid Barajas). 

A tomar por.... Indicaciones pertinentes de la compañía después, terminé cenando a la 01.30 horas en un hotel de Barajas, y siendo despertada por el personal del hotel a las 03.30 horas para bajar a recepción a coger el autobús que nos llevaría de vuelta a Barajas a coger el primer vuelo de la mañana. Estaba despierta, quién duerme sin saber si uno llega a tiempo a trabajar o no....

Indignación de los pasajeros porque TODOS los vuelos llegaron a Bilbao y aterrizaron, todos excepto el nuestro. Yo indignada, no, dormida, mucho.

Ni qué decir tiene que el aterrizaje por la mañana fue muchísimo peor, porque el viento era fortísimo y las turbulencias fastidiaron todo el viaje. Qué pensaría el "guiri" que volaba a mi izquierda cuando le agarré de la muñeca al aterrizar.....

En fin, y en resumen, sana y salva al día siguiente a las 08.15 de la mañana, y trabajando una hora después.



Así que cada vez que alguien me pregunta por qué busco mi equilibrio, entenderéis que es algo que no encuentro, ¡porque Muprhy se lo lleva!